Acababa de escribirle un poema y se sintió muy solo. Se asomó a la ventana con la frágil esperanza de verla regresar. Allí abajo todos se dirigían a alguna parte, todos tenían un sitio adonde ir, todos tenían algo que hacer, alguien con quien estar... Los envidió a todos ellos.
(Del libro inédito Amores breves de Pepe Pereza
clik un cuento del mismo libro
Quiero seguir leyendo...
ResponderEliminarGracias, Alfaro.
Gloria,
ResponderEliminarlas gracias a Pepe, copié este texto, tan breve, porque me pareció poético.
Elegiré un cuento más largo... para la próxima semana.
Cuando las palabras ya se han escapado, tenemos tiempo para pensar en nuestras cosas y nos damos cuenta de la soledad que nos acompaña.
ResponderEliminarGracias a Pepe también, claro, y tu elección me ha encantado.
ResponderEliminar(he leído el resto, y volveré más despacio, no sé si haciendo ruido o en silencio...)
Un beso.
Gloria,
ResponderEliminar¿qué resto has leído?
No creo que sea esa ENVIDIA que lastime a nadie ... A veces se desean cosas simples como el amor de alguien... y los ves a través de una ventana, en la calle, en cualquier parte y deseas eso, como quien mira una pelicula con final feliz y quieres que tu vida sea como ella. (como esa pelicula)
ResponderEliminarHermnoso.. este pedacito de Pepe...
Besos llenos de luz cielin!!
Buen martes!!!
Amiga, el cuento no tiene el mas minimo desperdicio...
ResponderEliminarUn abrazo, Alfaro
Sol,
ResponderEliminarestoy de acuerdo contigo, lo mismo pensé cuando lo leí por primera vez.
Antiqva,
a que sí? breve, como tus cuentos mínmos y no le sobra nada.
Muy bello el texto de Pepe Pereza, pero estoy de acuerdo con Sol, no creo que sea Envidia de la que hace daño, sino esa envida de no saber muy bien cual es tu lugar...
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