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Cada vez hace más frío. Gotas de rocío se condensan en las carcasas de las farolas, lágrimas de oro que caen a mis pies. Oigo un batir de alas y levanto la cabeza para ver la majestuosa silueta de un búho buceando bajo las estrellas. Toda esa belleza esconde una mortal estrategia de caza. El depredador exhibiendo maestría, a la espera de que la presa quede subyugada por su embrujo. Finalmente me enciendo el cigarro y dejo que el humo y la nicotina se mezclen con el vapor de mis pulmones. El viento golpea las copas de los chopos al llegar a lo alto de la colina. Quiero apretar los dientes con fuerza, hacerlos rechinar, pero me conformo con un escalofrío cobarde. Paso por debajo del puente de hierro y de inmediato recuerdo cuando era niño y cruzaba este mismo puente para acudir a las piscinas municipales. Amparado por la nostalgia del momento lanzo la colilla al suelo, con rabia, y la pisoteo como si fuera un gusano inmundo. Debes calmarte. Es mejor calmarte.
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Maldita noche. Me gustaría calentarme pero la idea de volver a casa me crispa, allí me espera un folio en blanco, desafiante, una página virtual en el ordenador. Si al menos pudiera escribir una frase que diese lugar a otras. Pero soy incapaz de plasmar una sola palabra. Mejor seguir caminando. Cruzo los brazos sobre el pecho y me froto las manos por los hombros. Estoy aterido, necesito que la sangre circule por mi cuerpo así que sigo andando. Eso es, adelante, fija un punto en la oscuridad y avanza hacia él. Un paso más, sigue así, un pie después del otro, tranquilo, no hay prisa. Tarde o temprano llegarán las ideas, solo tienes que ser paciente y estar atento, como el búho.
Fragmento del cuento 'Frío'
de “Relatos del humo (y hachís)”
BESAZO
ResponderEliminarOtro para ti.
ResponderEliminarMagnifico relato de terror... Del terror que producen la ausencia de las palabras...
ResponderEliminarUn abrazo
muy bueno en verdad por que se trata de un relato muy vívido ..
ResponderEliminarDicen que los búhos son sabios...
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