Si cruzas el puente, quedarás sin ojos, me dice ella al oído. Da igual, ya no tengo ojos, le digo en voz aún más baja para que no me oiga. Pues te quedarás más sin ojos, hasta sin ojos futuros te quedarás, me grita al corazón, y esas lágrimas no serán nada para entonces. Muerdo el llanto que me impide ver, muerdo hasta la voz que no me sale. Pierdo las palabras que oigo y las que ya no escucho. Me hace trampas. Yo también sé hacerlas, si antes no tropiezo.
Tropiezo y me tambaleo justo en el borde mismo del puente. Ya no sé quién soy, si la que se queda en el borde justo del puente o la que se está cayendo sin ojos
y se caen las palabras
las malditas
las de ella
las de la locura
y las de él
y las tuyas
y dónde estaré yo
en qué palabra
Tropiezo y me tambaleo justo en el borde mismo del puente. Ya no sé quién soy, si la que se queda en el borde justo del puente o la que se está cayendo sin ojos
y se caen las palabras
las malditas
las de ella
las de la locura
y las de él
y las tuyas
y dónde estaré yo
en qué palabra
Esta lucha entre el ella y el yo, que cada vez se tensa más, que duele, que araña, que no grita porque con silencios de hielo es más que suficiente... uf, ¡me pone los pelos de punta y el corazón... el corazón late, en qué palabra! En el río, con el ella, o con el yo, desde el puente, con el yo, o con el ella, en qué palabra, sí, sí, en qué...
ResponderEliminarNo lo sé, Alfaro. Sólo gracias. Esa es mi palabra de hoy. Gracias.
Dulces besitos.
Tú, mi querida claro de luz del Norte, estás en cada uno de tus silencios y en cada una de mis palabras...
ResponderEliminarCruza el puente y respira y desde la otra orilla ríete de esa perversa muerte del alma que te corroe y luego con la sonrisa en los labios vuelve a ti, en tus palabras.
Las auroras boreales laten todo el año en las claves de Sol que tu deses, ya sabes, la melodía la escribes tú.
Inuits
"Ya no sé quién soy, si la que se queda en el borde justo del puente o la que se está cayendo sin ojos..."
ResponderEliminarYo tampoco lo sé, Alfaro, pero aún a riesgo de que mis palabras se caigan, te diré que si tuviera que tenerte en una, sería CLARIVIDENCIA. Porque nadie tanto como tú tiene ese facultad asombrosa de penetrar a gritos en mi interior.
Un fuerte abrazo.
luna,
ResponderEliminarlos puentes no siempre están sobre los ríos, aunque el paisaje es más hermoso con ríos.
besos.
inuit,
sí esta es la melodía de ella pero la escribo yo, mi yo, no el otro.
besos.
gloria,
pues vaya, eso de entrar a gritos..., pero gracias .
besos
Son gritos de los que no vibran Alfaro, son gritos de deshielo..., gracias a ti.
ResponderEliminarBesos
ah, deshielo..., que felicidad.
ResponderEliminarun beso
Saber en qué palabras estamos... un diccionario enterito y no sería suficiente; porque luego están las metáforas, y los giros celestes de las estrellas componiendo otras palabras, infinitas palabras.
ResponderEliminarYa me lié.
Ichiara,
ResponderEliminareso nos sucede siempre, que entre los matices, las metáforas, las elipsis... como para no perderse.
Siempre, como mínimo, se es dos.
ResponderEliminarBesos
¿Y cómo máximo cuantos se podrá ser?
ResponderEliminarun beso, Olvido.
escribiendo...incontables;-)
ResponderEliminarbuenas noches
Cruza del puente...Y recuerda no hay palabras malditas, sólo erróneas, que se pueden borrar con una goma para volverlas a escribir.
ResponderEliminarmalvada bruja del norte,
ResponderEliminarmás que palabras quizá debería decir momentos...
un beso
Quedarse sin ojos futuros, madre mía, así cualquiera sabe nada. Qué rotundidad los versos del final.
ResponderEliminarAy, deshielo.
fusa,
ResponderEliminarsí, te lo pueden quitar todo hasta la mirada hacia el futuro...
bss.