Cuando te acerques a la curva negra, no mires el reloj porque no importará la hora y en todas las estaciones hay lunas esperándote. Esa maldita curva que te espera como un presagio del amor pasado. Seguiremos jugando. Los ojos hasta el dolor de tan abiertos. Las luces, abiertas al mar. Los niños lloran agarrados a la falda de su madre. Lo veo todo al pasar y sólo recuerdo un envoltorio plateado. La luna de papel y detrás, la curva.
Me acerco a la curva y esta vez tampoco quiere jugar conmigo. Vale. No juego. Tú me esperas en las profundidades del cañón que alberga el coral negro, pero tampoco acudiré este verano a recoger las esponjas de cristal.
Me acerco a la curva y esta vez tampoco quiere jugar conmigo. Vale. No juego. Tú me esperas en las profundidades del cañón que alberga el coral negro, pero tampoco acudiré este verano a recoger las esponjas de cristal.
Ayer justo jugaba con esas dos palabras esponja, cristal y sus derivados...
ResponderEliminar(estoy a punto de creer en la telepatía.....)
Hermso texto con broche de coral negro, Alfaro.
Abrazos hasta ti!
No sé si hace falta entender del todo lo que leemos. Pero es enigmático.
ResponderEliminarImaginarse la muerte, la infancia, un accidente, un fracaso que está enterrado profundo.
Buen día Alfaro
lena,
ResponderEliminar¿cómo es posible que aún no creas que la telepatía existe?
Hay un mundo común a todos y en él están todas las palabras esperándonos, sólo tenemos que recogerlas y disponerlas unas tras otras...
en mi ciudad hay un cañón (en el mar)en cuyas profundidades hay coral blanco y negro y esponjas de cristal, de más de ocho mil años, también hay calamares gigantes...
besos.
Olvido,
por un lado está el significado que el que escribe da a sus textos, y por otro están los matices que cada lector le da.
cuando se escribe, a veces se crea un mundo y otras recreamos el ya existente.
Sí, hablo de un accidente, que yo no sufrí,y siempre la muerte esperando en el fondo de todo, no siempre es la muerte física, hay otras muchas muertes en la vida, todo lo que vamos perdiendo, lo que genera ausencias...
besos.
Me da miedo sólo de pensarte jugando en la curva, Alfaro. Sin duda hay muchísimas muertes y no siempre literales...
ResponderEliminarVienes muy bonita de leer.
Un beso.
fusa,
ResponderEliminartodo el mundo juega sin saberlo, en la curva, en el mar, en el amor, en la vida...y te vas quemando y cuando te das cuenta y abres los ojos..., tu escribirás bellos y largos relatos, siempre, otros enmudecen...
besos.
Lunas
ResponderEliminarluceros
ojos
de aguaceros
que te observan
a cada gota de lluvia
como minilupas
curiosas
espiándote.
Gracias por el adi�s. Me acordar� de ti cuando tome el primer mohito.
ResponderEliminarHasta la vuelta.
Pepe.
almatina,
ResponderEliminargracias, siempre me dejas hermosas palabras.
Un abrazo.
codorníu,
gracias, sí, se te acuerdas de mí que sea en el primero, porque a partir del tercero quizá ya no se sepa qué se recordará o si llegará el olvido.
Felices vacaciones, esperaremos tu regreso.
Un abrazo.
vuelvo a leerte después de aterrizar, necesito tiempo para ponerme al día con alfaro. no tardaré
ResponderEliminarnuria,
ResponderEliminarojala el suelo ya no se tamabalee bajo tus pies,
tengo la línea con problemas de protocolo, eso acaban de decirme tras instalar un router nuevo y comprobar que el adsl no va...
esto quiere decir que tardan una eternidad en cargarme las páginas, que hay ventanas de comentarios en las que ni puedo escribir como es el caso de tu rascacielo...
pero sí te he leído...
besos.
Me ha recordado a la leyenda de la Dama de Blanco y la curva...pero tu final es más sugerente y bello.
ResponderEliminarbruja del norte
ResponderEliminardesconozco esta leyenda, investigaré,
me alegra que te guste.
besos.