Si humanamente fuera posible, con una ración de humanidad viviríamos todos.
*
Ya he llegado a la orilla de la orilla... ¿y ahora qué?
*
Colores: ya existen todos, y todos estamos pintados de espanto.
*
Nuestras manos convertidas en timón nocturno sin rumbo.
LA HISTORIA DEL VIVIR
Nací entre ocres de barro compartido.
El pecho de mi madre daba de comer a cuatro.
Las noches eran cuentos tristes de sonrisas baldías.
Mi padre merodeaba por el monte para compartir un conejo,
a veces les dejaba escapar para sobrevivir todos.
Crecimos entre la ignorancia y olor a pobres.
Ahora olemos a colonia, pero seguimos siendo pobres.
Pobres ricos que no huelen a nada, y se mueren podridos.
Qué historia más triste, pudiendo ser todos dignos.
Morimos indignos... y pobres.
Marcas de Cantores
Eolas ediciones
León, 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario