Las palabras acostumbradas / Lola Crespo Rodríguez

 El primer libro impreso que leí de Lola Crespo, Gramática malva, ya anunciaba en sí mismo este segundo libro. El tú es un tú más universalizado en todos los tús, las enumeraciones han sido sustituidas por una sintaxis más compleja donde el doble espacio juega acertadamente su papel de salto y de corte. Regresa sobre el significado del tiempo, del lenguaje, de la metáfora...

Copio un fragmento del prólogo, magnifico, de Mario Barranco y a continuación uno de los poemas del libro.

            Lola Crespo me habló de cómo el poemario había decidido, de algún modo, por ella. Tenía una idea preparada de las líneas discursivas, pero cuando empezó el trabajo, los textos se llenaron de polisemias y metáforas (como esa vegetación no reglada) que la devolvían una y otra vez a una flora conocida. La misma que había irrumpido años atrás en su Gramática Malva.
           El tercer paisaje se había derramado, seguía colonizándola con sus escondites y rizomas, con sus baldosas separadas y su microclima. Era una continuación, los extremos de lo que ya era un extremo, una cuarta linde de zonas baldías. Un excedente de la diversidad y la pluralidad de su poema “Éramos”. Las sombras de aquellos árboles de tiempo. 

              Y así su reacción ha sido como la del jardinero del futuro.

               Ella observa y colabora en el movimiento. Ella atiende el relato de los cauces.

Mario Barranco 

 Manchas de ruido 

 La realidad es un embrión de laboratorio 

que crece en árboles apaisados. 

I 

Cientos de mujeres levantan con sus manos
el sufrimiento
y rompen con dolor el gesto.
Entre consignas ininteligibles,
muestran los retratos de un dictador.
Hay niños que estiran paños
que hacen de banderas.

Cientos de hombres gritan frases
que tampoco entiendo,
sólo alcanzo a descifrar
el estruendo que perpetran los disparos al aire,
la excitación de un ejército desordenado de armas.

Un presentador de TV traduce el sonido de la muerte.

Da igual si se llama triunfo
o derrota
todo este ruido informativo.

II 

La chica que reparte el diario gratuito
tiene las manos negras.

En realidad, hace mucho
que deberíamos haber cogido
la prensa con guantes.  

Del libro Las palabras acostumbradas
Autora Lola Crespo Rodríguez 
Editorial Guadalturia Ediciones, Sevilla 2012



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