Hoy he pensado en Pepe Pereza. Ha sido por lo extraño del día.

Salgo de casa y veo la puerta de mis vecinos de enfrente totalmente abierta. Me voy sin que me parezca raro. Llego al portal y en el suelo descubro una prótesis dental debajo de los buzones, tampoco me parece raro, la cojo y subo al primero, le digo al dentista: Acabo de encontrar esto en el portal y debe de ser de aquí. La coge, la mira y me dice: No, no, no es de aquí.

-Ah, no? Pues, si no le importa déjela aquí, porque qué vamos a hacer con ella.

Me paso la mañana fuera y cuando regreso a casa, la puerta de los vecinos sigue abierta, toco el timbre y no responde nadie, la cierro y entro en mi casa.

-Qué cosas más raras me han sucedido esta mañana, le digo a Lm.

-Pues, anda -me dice él- raro lo que estoy leyendo, en un tanatorio han perdido una dentadura postiza.

-No! No me digas. Qué sorpresa, si esta mañana al salir he encontrado una en el portal.

-En el tanatorio de León -me aclara.

-Anda, pues, escucha lo que me ha pasado.

Luego de contárselo, decidimos que lo mejor es poner una nota en el portal. Salgo de casa y toco el timbre de la casa cuya puerta cerré y entonces alguien me abre, le cuento lo sucedido y se resuelve y aclara, en parte, todo este suceso tan rocambolesco. Su hija me dice que sus padres se han ido de vacaciones y con las prisas debió de quedar la puerta mal cerrada y blablá blablá…

Qué lástima no tener el talento narrativo de Pepe para escribir todas las historias que me imaginé a partir de esto.