Nada es comparable a la lentitud que me produce el sol. Una especie de esplín. Sobre cualquier territorio moriría en un día de sol. Ausencia de palabras. Ausencia de pensamientos. Y lo peor está por venir. Para entonces un territorio desierto o un territorio de ti. Y un color sepia.
"sobre cualquier territorio moriría en un día de sol". Me gusta mucho esta frase, el epicentro de tu texto. También podría interpretarse como una resurrección, mudar la piel al sol, y reptar hacia el sepia que corrompe la luz...
ResponderEliminarTe abrazo
Ah el sol, cómo nos llena y nos vacía, dejarse morir al sol es casi más pecaminoso que en un día de lluvia. el sol es siempre vida..
ResponderEliminarBegoña,
ResponderEliminarnunca analizo la estructura del texto, casi nunca, pero ya que lo dices una parte puede ser el ahora y otra, el porvenir, marcada esa línea justamente por lo que tú dices, morir un día al sol, que no es otra cosa que ausencia de palabras.El sepia representa el pasado(quizá sea sepia por la luz). Todo lo que ahora es será pasado dentro de nada.
Abrazos.
Ico,
a mí el sol me ralentiza.la lluvia me aviva,
abrazos.
Cuando enmudezca que sea bajo la lluvia. Tal vez renazcan entonces las palabras, y tú, y yo, y nosotros, con ellas. Mudos no somos. Ágrafos, menos. Se emborrona la tinta con las gotas de lluvia, mero acidente.
ResponderEliminarQuiero ser caracol.
Conciso.., lleno de buenas intenciones; y la ausencia..., como queriendo ver el color del territorio ausente. abrazos.
ResponderEliminartoño morala.
Me horroriza pensar que puedo morir envuelto en frío. De chico perseguía a las lagartijas en verano, pero ahora me gusta observarlas paralizadas en las piedras de las tapias, calientes, bajo el sol. Pienso entonces que son felices y en esos momentos me gustaría ser lagartija.
ResponderEliminarEl color sepia me trae nostalgia.
Un gran abrazo
Chuff!!
Jose Zúñiga,
ResponderEliminarel caracol es demasiado frágil, la tortuga es más fuerte y vive muchos años, también los cangrejos van muy despacio y protegidos..., de todos modos no dejaremos de ser lo que somos.
Un abrazo.
antonio manuel f. morala,
más de una vez me he quedado con la mente 'en blanco' y ni color había.
abrazo.
ZenyZero,
cuánto me gustan las lagartijas, recuerdo las verdes, y un lagarto verde que veía todos los veranos sobre una misma piedra, y yo deseaba ser ese lagarto verde al sol, me quedaba muy quieta y lo miraba, el lagarto no se movía y yo, tampoco, ahora pienso que alguna vez en mi vida estuve al mismo nivel que ese lagarto verde.
Este año hay muchísimas lagartijas, pero de color marrón.
El color sepia es la ausencia de colores, y de los desiertos que yo imagino.
Un abrazo.