28.6.09

Tres imágenes reunidas en un cuento


Primera imagen

Una pierna suelta con la rodilla a modo de rueda de carretilla, una cinta blanca atada al pie. Y otro pie libre sobre la arena.

Segunda imagen
Un brazo doblado, la mano cerrada, el puño muy apretado.

Tercera imagen
El agua transparente cubre los pies, salpica la mano cerrada, se abre el puño apretado y nacen los ojos abiertos.

Las tres imágenes en un cuento con moraleja
En medio de la aldea se despierta el dragón, el dragón de los cuentos, un dragón rojo y verde y azul. Un dragón miedoso. Alguien le regala un sombrero de paja que en seguida arde con el fuego. Con el humo de su hoguera nasal escribe breakaway sobre el aire. Luego se sienta debajo de la única palmera del pueblo. Se queda dormido y sueña con la pierna del pie de la cinta blanca, que no está en ningún cuento, y con el brazo de la mano del puño cerrado, que tampoco está en ningún cuento.

Los ojos abiertos quieren llegar al sueño del dragón, pero están demasiado abiertos para llegar al cuento.


(Especialmente para los ojos de una niña, para Adriana R.L.)


12 comentarios:

  1. Tremendo,hay que tener

    mucho más que imaginación,

    la ternura de tu corazón


    besos

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  2. Interpreto. Es muy hermosa la primera metáfora. De un puño apretado nacen los ojos abiertos. Unos ojos llenos de entusiasmo que quieren alcanzar un sueño. Y no cualquier sueño: el sueño de un dragón, que en Oriente recopila un sinfín de virtudes.

    Y muy triste la última, en la que a causa de estar tan abiertos no son capaces de ver el cuento (la ilusión) en el que estamos todos presos.

    Tus letras siguen derrochando imaginación. ¿Acaso te caiste en la marmita?

    Besos,
    P. Codorníu

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  3. "El agua transparente cubre los pies, salpica la mano cerrada, se abre el puño apretado y nacen los ojos abiertos."

    Encantador no sólo para un cuento, simplemente, para la vida misma. Cuanta magia!

    Saludos

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  4. Lo que me sugiere tu bello cuento.

    La primera imagen un juego divertido pero inestable, la segunda esa inestabilidad se ha hecho con el juego y provoca rabia, angustia y malestar.

    Tercera imagen: El agua limpia, sana, y nos trae la sabidura de la calma.

    El dragón no sabe que sabe, los ojos saben pero no saben cómo llegar al dragón como explicarle el cuento.

    Bello, muy bello Alfaro.

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  5. Me encanta Alfaro, muchisimas gracias.

    Muchos besos.

    Adriana.

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  6. mia,
    muchas gracias por tu comentario,
    besos.



    Codorníu,
    Un dragón, yo lo veo con el colorido, con la fuerza del fuego que destruye pero que es energía,y sobre todo es un personaje mágico.

    Y más que triste es la realidad. No creemos ya en los dragones, en el espíritu del dragón quiero decir, es como un mundo perdido.

    No me caí, no me tiré porque quería escribir algo para una niña, y con mis despistes di en editar antes de acabarlo del todo.

    Besos.



    La sonrisa de Hiperión,
    así aislado parece un artilugio para dar agua...
    Saludos.




    Malvada Bruja del Norte,
    este comentario parece un medio tratado de sicología, hasta podrías recogerlo, pensar y escribir algo, sobre todo con el último párrafo, hasta averiguar quíen sabe y qué sabe, tú que escribes esas historias tan divinas y tan adivíname.
    Besos.



    Purpurina,
    Cuánto me alegra que te guste el dragón que me inventé para ti, es un dragón especial. Pero me llevo tan mal con estas máquinas que lo edité según lo escribí,
    ahora invéntate los dibujos y coloréalos, y tendrás un cuento hecho, ilustrado, por ti, la mirada infantil siempre es especial y seguro que te queda precioso. Los mayores hay cosas que ya no sabemos ver.
    Besos.

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  7. Codorníu,
    quise decir: No me caí, no, me tiré.
    Se me fue esa coma detrás del no.

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  8. Me quedo con esos ojos abiertos, con esa palmera que acoje y con el humo de una hoguera de sueños.

    Y beso a Adriana R.L. porque me apetece, no sé.

    Un abrazo, Alfaro.

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  9. te dejé un regalo en mi blog!
    Pásate.

    salu2

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  10. gloria,
    Gracias por quedarte en el cuento,
    un beso.


    Anti-yo,
    ya he visto... ay, los premios, pero si parece más un premio inquisitivo..., te responderá allí,
    saludos.

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  11. Me he inundado de tristeza y palabras. Esos ojos tan abiertos que no ven parece que me miran aunque así no sea. Yo sí los miro, fijamente. Y duelen: tan grandes, tan imposibles.

    Un dulce beso.

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  12. (*,
    Sí, son los ojos de todos, no solo los tuyos o los míos, nos miran, los miramos, nos miramos en ellos...
    Tu comentario parece sacado de una de las sendas de los caracoles.
    Cógelo y aprovecha la frase para uno de esos maravillosos monólogos interiores, tan tuyos...
    Besos.

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